Alberti, que estaba presenciando el partido, escribió «Oda a Platko» en honor de la memorable actuación del portero húngaro del Barcelona; Celaya le respondió con «Contraoda del poeta de la Real Sociedad», donde le respondía diciendo que más que a Franz Platko era al árbitro a quien tenía que dar las gracias el FC Barcelona. Al final del campeonato, recibió la Bota de Oro y el Balón de Oro.