El jesuita español José Manuel Peramás escribió en su libro De vita et moribus tredecim virorum paraguaycorum: «Solían también jugar con un balón, que, aún siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, cada vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, segunda equipacion real madrid impulsado por su propio peso. Viendo derrumbado en un instante todo el esfuerzo de meses, Carlos Degiorgi, se dirigió al inspector y le dijo: «¿ve usted todo eso? eso es una obra de patriotismo y amor al deporte, de no haber sido por eso ni yo ni mis compañeros nos hubiésemos puesto a emprender esta gran obra, porque para nosotros que no entendemos nada de construcción es una gran obra, tuvimos el valor de sacrificarnos física y monetariamente en esta empresa solo por el amor que sentimos por este viril juego que es el football. Sería una falta de consideración de parte de ustedes rechazar e inhabilitar a los aficionados que se agrupan bajo la bandera de nuestro club para practicar este deporte. Le ruego quiera usted aceptarlo, camiseta real madrid 2023 que para el próximo año trataremos de ponerlo en mejores condiciones».